En 1982, antes de que existiera el término sida, un grupo de cuatro voluntarios de Los Ángeles establecieron una línea de emergencia anónima para difundir la poca información que había entonces para prevenir y reconocer la enfermedad. Lo que empezó con un teléfono y una sola página de información es ahora la organización de servicios de sida más grande del país; ofreciendo apoyo e información en más de una docena de idiomas a cualquiera que busque ayuda.