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Absceso anorrectal

Un absceso anorrectal es una acumulación de pus en la zona del ano y el recto.

Causas

Las causas comunes del absceso anorrectal incluyen:

  • Glándulas obstruidas en la zona anal
  • Infección de una fisura anal
  • Infección de transmisión sexual (ITS)
  • Trauma 

Los abscesos rectales profundos pueden ser causados por trastornos intestinales, como la enfermedad de Crohn o la diverticulitis.

Los siguientes factores aumentan el riesgo de un absceso anorrectal:

  • Sexo anal
  • Medicamentos de quimioterapia para tratar el cáncer
  • Enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa)
  • Uso de medicamentos corticosteroides
  • Sistema inmunitario debilitado (debido a VIH/sida)

Esta afección afecta más a hombres que a mujeres. Se puede presentar en bebés y niños pequeños que aún utilizan pañales y que tienen antecedentes de fisuras anales.

Síntomas

Los síntomas comunes son hinchazón alrededor del ano y un dolor pulsátil y constante con la hinchazón. Este puede ser severo durante las deposiciones, toser y sentarse.

Otros síntomas pueden incluir:

  • Estreñimiento
  • Secreción de pus por el recto
  • Fatiga, fiebre, sudoración nocturna y escalofríos
  • Enrojecimiento, tejido endurecido y doloroso en la zona del ano
  • Sensibilidad

En los bebés, el absceso aparece a menudo como una protuberancia inflamada, roja y sensible en el borde del ano. El bebé puede estar intranquilo e irritable por la molestia. Normalmente no hay otros síntomas.

Pruebas y exámenes

Un tacto rectal puede confirmar la presencia de un absceso anorrectal. Se puede practicar una proctosigmoidoscopia para descartar otras enfermedades.

En algunas ocasiones es necesaria una tomografía computarizada, una resonancia magnética o un ultrasonido para ayudar a localizar la acumulación de pus.

Tratamiento

El problema rara vez desaparece por sí mismo. Los antibióticos solos usualmente no pueden tratar un absceso.

El tratamiento implica cirugía para abrir y drenar el absceso.

  • La cirugía, por lo general, se hace con medicamento local para adormecer la zona, junto con sedación consciente. Algunas veces, se usa anestesia epidural o general.
  • La cirugía casi siempre es un procedimiento ambulatorio, lo que significa que usted puede regresar a su casa el mismo día. El cirujano abrirá el absceso y drenará el pus. Algunas veces, se colocará un drenaje para mantener la incisión y el drenaje abiertos y algunas veces la cavidad del absceso se llena de gaza.
  • Si la acumulación de pus es profunda, es posible que necesite permanecer en el hospital por más tiempo para controlar el dolor y recibir cuidados de enfermería en el sitio de drenaje del absceso.
  • Después de la cirugía, puede necesitar baños de asiento tibios (sentarse en una tina con agua tibia). Esto ayuda a aliviar el dolor y reducir la inflamación. 

Los abscesos drenados generalmente se dejan abiertos y no son necesarias las suturas.

El cirujano puede recetar analgésicos y antibióticos.

Evitar el estreñimiento ayudará a disminuir el dolor. Usted puede necesitar ablandadores de heces. Tomar líquidos y comer alimentos ricos en fibra también pueden ayudar.

Expectativas (pronóstico)

Las personas con esta afección generalmente se recuperan con un tratamiento oportuno. Los bebés y los niños pequeños en general se recuperan rápidamente.

Es posible que haya complicaciones cuando el tratamiento se demora.

Posibles complicaciones

Las complicaciones de un absceso anorrectal pueden incluir:

  • Fístula anal (una conexión anormal entre el ano y otra estructura)
  • Infección que se extiende a la sangre (sepsis)
  • Dolor continuo
  • Reaparición de los problemas (recurrencia)

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte a su proveedor de atención médica si:

  • Nota una secreción rectal, dolor u otros síntomas de un absceso anorrectal
  • Presenta fiebre, escalofríos u otros síntomas nuevos después de haber recibido tratamiento para esta afección
  • Es diabético y se le está haciendo difícil controlar su glucosa en sangre

Prevención

Un tratamiento rápido o la prevención de ETS puede prevenir la formación de abscesos anorrectales. Utilice condones durante la relación sexual, incluso el sexo anal, para prevenir tales infecciones.

En bebés y niños pequeños, los cambios frecuentes de pañales y la limpieza debida al cambiarlos pueden ayudar a prevenir tanto las fisuras como los abscesos anales.

Nombres alternativos

Absceso anal; Absceso rectal; Absceso perirrectal; Absceso perianal; Absceso de las glándulas; Absceso - anorectal

Imágenes

Referencias

Coates WC. Anorectal procedures. In: Roberts JR, Custalow CB, Thomsen TW, eds. Roberts and Hedges' Clinical Procedures in Emergency Medicine and Acute Care. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2019:chap 45.

Hyman N, Omanskiy K. Anus. In: Townsend CM Jr, Beauchamp RD, Evers BM, Mattox KL, eds. Sabiston Textbook of Surgery. 21st ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2022:chap 53.

Ultima revisión 4/20/2022

Versión en inglés revisada por: Debra G. Wechter, MD, FACS, General Surgery Practice Specializing in Breast Cancer, Virginia Mason Medical Center, Seattle, WA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.